lunes, 18 de junio de 2018

CAPACITACIÓN: ¿GASTO O INVERSIÓN?



¿Gasto o inversión?, es uno de los interrogantes que acompaña a los gerentes cuando deben tomar la decisión de asignar recursos económicos para formar, capacitar o entrenar a su personal.
Las experiencias al interior de las organizaciones han demostrado, en no pocos casos, que las personas que asisten a seminarios y otros eventos de formación regresan a sus puestos de trabajo en las mismas condiciones en las que partieron, incluso, en ocasiones, su desempeño disminuye.
En los casos de entrenamientos para ejecutivos los resultados no son mejores, las inversiones realizadas en universidades y otras instituciones de formación, no se ve necesariamente recompensada en la gestión que realizan.
Las causas pueden ser muchas y muy variadas, entre ellas podemos mencionar algunas:
1.    Seminarios y talleres que no responden a una necesidad real de mejoramiento del desempeño en las personas que asisten.

2.    Programas que se toman para estar a la moda o por impulso publicitario.

3.    Un inadecuado diagnóstico de necesidades de capacitación

4.    Asignar personal a talleres y seminarios como recompensa.

5.    No contar con un sistema de medición e impacto del aprendizaje.

6.    Desconocer el nivel de transferencia del aprendizaje del aula al puesto de trabajo.

7.    No hacer seguimiento y control a los programas y seminarios realizados.

8.    Ignorar la importancia de medir la calidad de los proveedores de capacitación.

9.    Creer que la capacitación es la solución a todos los problemas de productividad de la empresa.

10. No hacer el ROI (Retorno sobre la inversión) a los programas de capacitación.


¿Sirve para algo la capacitación?
Claro que sí, es una oportunidad que tiene la empresa para desarrollar en sus colaboradores sus potencialidades y ponerlas al servicio de sus resultados corporativos.
Algunos beneficios de un plan de capacitación orientado al mejoramiento de las competencias y capacidades del personal son:
1. Desarrollo de compromiso frente a la tarea y la organización.

2. Incremento de la productividad personal y de los equipos.

3. Apoyo en la auto motivación para el desarrollo de su gestión.

4. Auto conocimiento de fortalezas y debilidades en cada persona.

5. Puesta en práctica de habilidades gerenciales

6. Mejoramiento del trabajo en equipo y del equipo de trabajo.

7. Valoración de sus propias capacidades (Auto confianza).

8. Actualización de conocimientos especializados.

9. Innovación en las prácticas gerenciales y de gestión.

10. Reconocimiento de competencias y conocimientos a desarrollar.

Finalmente, la capacitación es un medio para lograr los resultados de mejoramiento esperado en el personal y de productividad para la organización, pero no es el único, existen otro tipo de intervenciones que pueden llevar a los resultados esperados de tal manera que por fin los gerentes puedan decir con entusiasmo que valió la pena la inversión (no el gasto) que se hizo en capacitación.

Autor: José Manuel Vecino. 

jueves, 14 de junio de 2018

HACIA UN MODELO DE MEDICIÓN Y ENTRENAMIENTO EN COMPETENCIAS AMBIENTALES EMPRESARIALES


Busco una empresa que se arriesgue a patrocinar este proyecto...Al final el beneficio será mutuo.


Por: José Manuel Vecino P.*

“La reconciliación requerida entre naturaleza y cultura es una invitación a diseñar e implementar una nueva manera de comprender la acción humana en las empresas, que puede vislumbrarse y ejecutarse a través de nuevas estrategias organizacionales enfocadas, siendo una de ellas la Gestión por Competencias, que hoy por hoy, es uno de los temas de mayor difusión al interior de las áreas de Gestión Humana en las empresas” (1)


La búsqueda de nuevos horizontes académicos que lleven al mejoramiento de la gestión empresarial pasa por la formulación de temas que vayan más allá de la moda y que sean capaces de anclarse en la realidad empresarial que busca consolidar la experiencia ambiental y social como una exigencia que nace de la responsabilidad que tienen las personas que hacen parte de las organizaciones. En este sentido la búsqueda de metodologías que permitan reconocer, evaluar y entrenar las competencias ambientales, se convierten en un desafío que obliga a reconocer la importancia de incorporar en los sistemas de gestión empresarial nuevas maneras de hacer de la sostenibilidad una gestión que vaya más allá de un discurso popular pero poco eficaz.

El creciente interés por los temas de sostenibilidad empresarial hará sin duda que las competencias ambientales empresariales sean, en poco tiempo, una herramienta necesaria para identificar los comportamientos que necesitan las empresas para que sus colaboradores se conviertan en aliados en la gran cruzada por el “desarrollo sostenible” y para asegurar un espacio vital para las generaciones que aún no llegan.(2)

La propuesta de construir un modelo de medición y entrenamiento en competencias ambientales empresariales permite sugerir tres grandes entregables:

a. Construir un diccionario de competencias ambientales que permitan identificar los comportamientos de un desempeño sobresaliente.
b. Elaborar un instrumento de medición de competencias ambientales que proporcione una herramienta de medición que apoye los procesos de gestión humana.
c. Formular un plan de entrenamiento en competencias ambientales que apoyen la construcción de una cultura de alto desempeño.

Esta ruta de investigación necesita aliados que se sumen al esfuerzo reflexivo sobre el tema y por ello me permito compartir los aspectos que pueden resultar necesarios en este camino que sin duda estará lleno de dudas conceptuales y metodológicas.

En síntesis la propuesta sugiere los siguientes componentes:

a.    Construir un diccionario de competencias ambientales que permitan identificar los comportamientos de un desempeño sobresaliente.

En los pasos inicialmente identificados para dar alcance a este objetivo podemos mencionar los siguientes:

1)         Recopilar información relevante y pertinente desde la teoría sobre cada uno de los tres ejes temáticos. (Competencias, Cultura y Ambiente), es importante incluir en este componente la necesidad de referenciar  los aspectos conceptuales y teóricos que sustentan y fundamentan estos tres temas, por tanto se incluirán los aspectos éticos, epistemológicos y hermenéuticos que sean necesarios para fundamentar este punto.

2)         Caracterizar los componentes de toda competencia de acuerdo con sus diferentes significados en los contextos empresariales y organizacionales. Se pretende hacer un recorrido, especialmente histórico, de la evolución y uso del término en los diferentes contextos en los cuáles aparece.

3)         Clasificar la información obtenida para cada componente. Una vez recopilada la información se procederá a dar un orden taxonómico a los elementos encontrados, de tal manera que permita fundamentar y diferenciar adecuadamente cada uno de los ejes temáticos hacia los cuales avanza el resultado esperado y que de alguna manera contribuya a contar con un orden conceptual que sirva de apoyo al equipo de especialistas que participarán en el proyecto.

4)         Elaborar la base de datos de las empresas participantes. Entrar en contacto con los directivos de cada una de las empresas y elaborar la ficha técnica de la empresa participante.

5)         Elaborar el modelo de entrevista a directores de empresas y gerentes de talento humano y Elaborar las encuestas para los directores de talento humano de las empresas seleccionadas.

6)         Diseñar los cuestionarios que serán aplicados a los funcionarios de las empresas seleccionadas.

7)         Validar los instrumentos seleccionados. Este proceso de validación se realizará con el apoyo de un grupo de especialistas que provienen tanto del ámbito académico (docentes e investigadores en temas específicos de cultura empresarial, competencias y gestión ambiental) como del sector empresarial que tienen una mirada estratégica de la organización.

8)         Elaborar el cuestionario para el “panel de expertos” que permita una primera definición de las competencias ambientales. Se trata de un documento que debe ser entregado con anterioridad a cada uno de los participantes con el fin de que se preparen para la jornada de definición de competencias ambientales.

9)         Convocar los expertos durante 3 sesiones de 4 horas cada una. Las agendas, cronogramas y sitios se establecerán privilegiando el que la mayoría de los invitados puedan asistir. Estas reuniones son definitivas porque incluirán personas de la academia y personas de las empresas, metodológicamente es importante definir sobre la conveniencia de hacerlo conjuntamente o por separado, esto se definirá con el tutor asignado por la universidad.

10)      Sistematizar la información teórica con la información obtenida de la aplicación de los diferentes instrumentos.

11)      Elaboración de un documento borrador con las competencias. Estos contenidos permitirán recoger y consolidar los resultados de las sesiones de trabajo con los expertos.

12)      Enviar el documento a los participantes en el proyecto para obtener su retroalimentación y ajustes requeridos.

13)      Elaboración del documento final con el diccionario de competencias ambientales. Se pretende entonces que las empresas cuenten con una herramienta práctica, flexible y adaptable de tal manera que su uso pueda trascender el espacio de talento humano y pueda ser incluida en los manuales de gestión en las diferentes áreas de la empresa.

14)      Elaboración de un texto académico que sustente de modo teórico la importancia del diccionario de competencias ambientales en el proceso de transformación de la empresa y su impacto en la construcción de la cultura empresarial.

b.    Elaborar un instrumento de medición de competencias ambientales que proporcione una herramienta de medición que apoye los procesos de gestión humana.

Para el cumplimiento de este objetivo se ha propuesto el siguiente camino metodológico:

1)          Recopilar la información teórica referente a cómo se formula un test, cuestionario o instrumento de medición de competencias. Esto se hace principalmente para desarrollar un trabajo ajustado a los requerimientos académicos de estas herramientas.

2)          Definir el alcance y uso de la herramienta. Establecer a quienes y en qué circunstancias se aplicará este instrumento y llevar registro de los resultados.

3)          Apoyarse en el diccionario de competencias para estructurar el contenido de la herramienta de medición.

4)          Reunir un grupo de expertos en formulación de competencias para diseñar los niveles comportamentales requeridos para cada competencia.

5)          Diseñar el instrumento y su documento para la respectiva interpretación. Es un componente que permitirá reconocer los aspectos claves para la evaluación de los resultados obtenidos.

6)          Establecer los grupos (se sugieren10) para aplicar el instrumento de medición de competencias ambientales. Hace referencia a que se tendrá un grupo de participantes de máximo 25 y mínimo 15 personas por grupo para aplicar los instrumentos seleccionados.

7)          Reunir los expertos para evaluar la validez del instrumento y realizar los ajustes identificados. Se revisará si este ejercicio pude hacerse de modo no presencial y desarrollar una reunión virtual para hacer la validación de los resultados.

8)          Aplicar nuevamente los instrumentos a 10 grupos en diferentes niveles y situaciones. Se trata de un ejercicio complementario lo cual permitirá ampliar la muestra y por tanto dar mayor validez estadística a los resultados.

9)          Elaborar el documento con la interpretación de los resultados obtenidos.

10)       Elaborar el documento que evidencia el proceso académico y práctico que se siguió para llegar a la conclusión obtenida.

11)       Verificar que este instrumento sea flexible y ajustable a las necesidades particulares de cada organización.

c.    Formular un plan de entrenamiento en competencias ambientales que apoyen la construcción de una cultura de alto desempeño.

Los pasos sugeridos, inicialmente, para el logro de este objetivo son los siguientes:

1)          Establecer un marco teórico y conceptual sobre lo que es la  cultura y específicamente la cultura organizacional y empresarial.

2)          Elaborar un marco conceptual sobre el impacto que tiene el tema ambiental en el desarrollo de la cultura empresarial.

3)          Identificar y evidenciar la legislación por la cual se rige la acción productiva en las organizaciones, incluyendo las normas que certifican estos temas, tales como las ISO en especial la 14.000 y la 26.000

4)          Caracterizar los principales tipos de cultura documentados por los gurús de la administración.

5)          Elaborar un modelo conceptual de los componentes que tendría una cultura regida por las competencias ambientales.

6)          Duiseñar un modelo de capacitación y entrenamiento para el desarrollo de  competencias ambientales.

7)          Validar el modelo con el grupo de expertos con el fin de ajustar el proceso de formación.

8)          Aplicar algunos de los componentes del plan a tres grupos pilotos y evaluar sus resultados.

9)          Ajustar el programa de capacitación integrando el instrumento de medición de competencias ambientales.

10)      Documentar los resultados del programa y su impacto en la gestión y en la cultura empresarial.

11)      Documentar el proceso académico y práctico seguido para el logro de este objetivo.

En un futuro próximo serán las áreas de Gestión Humana las que le permitan a la empresa identificar las competencias ambientales empresariales requeridas para que el desempeño, la productividad y la competitividad estén alineados con la posibilidad de una nueva racionalidad que no está escindida ni ausente de la totalidad como alternativa.”(3)

Este ejercicio nos llevará a la construcción y puesta en marcha de una herramienta que permitirá medir las competencias ambientales empresariales requeridas por la organización.

(1,2 y 3):



*José Manuel Vecino P.  Filósofo, Magister en Gestión Ambiental, Especialista en Gestión Humana, Gerente de Gestión humana, Consultor empresarial y Docente Universitario.


Contacto:
Tel. (57) 311 214 3825 
jmvecinop@gmail.com
BOGOTÁ, COLOMBIA

viernes, 1 de junio de 2018

LA METODOLOGÍA D.I.C.E. COMO FACTOR DE ÉXITO EN CAPACITACIÓN





Los programas de formación, entrenamiento y desarrollo en las organizaciones son un factor definitivo en la búsqueda de la cualificación del personal con el fin de apoyar los propósitos organizacionales.
Los procesos de desarrollo humano y organizacional tienen objetivos claramente definidos en cuanto que permiten fortalecer las competencias de quienes tienen la responsabilidad en el día a día de ejecutar las diferentes estrategias definidas para incrementar no solamente la productividad y la competitividad sino para permanecer en posiciones de liderazgo en el mercado.
Pensando en la mejor manera de apoyar estos ideales corporativos, en JOB MANAGEMENT VISION, hemos diseñado un esquema de trabajo que contribuye positivamente en la elaboración de un programa de desarrollo y entrenamiento de competencias orientadas al mejoramiento de la gestión de todo el personal. No se trata de un descubrimiento o invención, se pretende invitar a todos los responsables de la capacitación en las organizaciones a que integren estos cuatro elementos de modo permanente, de tal manera que todos los esfuerzos de formación y entrenamiento tengan un hilo conductor asociado a los resultados estratégicos propuestos por la dirección.
En este sentido, nuestra propuesta contiene cuatro elementos que, al final del proceso, permitirán medir de modo cualitativo, e incluso cuantitativo los resultados inicialmente establecidos.

DIAGNÓSTICO: 

El análisis de necesidades de capacitación surge de la importancia que tiene el actuar responsablemente frente a los recursos asignados para los procesos de formación y entrenamiento del personal, en este sentido hemos encontrado algunas teorías que pueden ser contradictorias entre sí;
a. Por una parte están quienes sostienen que estos recursos deben ser asignados de modo equitativo entre el número de personas que integran la organización de modo independiente a su cargo y función
b. Otros, consideran que debe asignarse de acuerdo al impacto que tienen los cargos frente a los resultados de la empresa, en este sentido es mejor asignar una mayor parte a las áreas comprometidas en la elaboración del producto o en su comercialización.
c. Unos más consideran que es importante invertir más en los procesos de desarrollo de los niveles gerenciales y administrativos.
d. Se da también la asignación temática, es decir distribuir el presupuesto de acuerdo a los procesos técnicos de formación, los administrativos, los de crecimiento personal y los costos de las actualizaciones.
e. Están también los que asumen que es preciso personalizar las necesidades de capacitación y de esta manera establecer el presupuesto que se asignará.
Según sea la manera de interpretar la asignación de recursos, se determinará el plan de acción frente al tema y al cumplimiento de las políticas que se tienen frente al tema de capacitación.
El DIAGNÓSTICO permitirá al responsable de capacitación encontrar no solamente los temas sobre los cuales se debe trabajar, sino también los insumos que le permitan:
ü Definir la profundidad requerida para cada uno de los temas.
ü Establecer la intensidad horaria de cada intervención
ü Definir los grupos participantes
ü Establecer los indicadores iniciales del proceso.
Las herramientas con las cuales se trabaja el Diagnóstico son variadas y permiten contar con un documento que soporta las inversiones que se requieren en el desarrollo de las competencias, algunas de ellas son:
a. Evaluación de competencias con 360º
b. Test de percepción Social
c. Assesment Center
d. Entrevistas personalizadas con jefes y demás funcionarios.
e. Test de Requerimientos
f. Encuestas externas de satisfacción de clientes
g. Resultados Comprador incógnito.
Los resultados permiten evidenciar los indicadores con los cuales se elaborará el programa de capacitación que involucre, desde una perspectiva estratégica, no solamente los temas, sino todos los demás componentes que permitan desarrollar una intervención ajustada a las necesidades de la organización.
El siguiente paso, antes de avanzar hacia la intervención, tiene que ver con la definición de los proveedores de capacitación, en este sentido es importante mencionar que muchas de las acciones de capacitación serán desarrolladas con instructores internos y para ello es importante considerar también que al momento de seleccionar el instructor debe tenerse en cuenta no solamente su conocimiento sino también su habilidad comunicativa y que esté dispuesto a someterse al esquema pedagógico establecido para el desarrollo de los diferentes temas.
Una vez seleccionados los proveedores se establece el plan pedagógico que implica que todos los seminarios y talleres, tanto internos como externos tengan una estructura similar, en este sentido se sugiere el siguiente:
a. Título del Seminario o taller
b. Objetivos
c. Temas a Desarrollar
d. Tiempos de ejecución
e. Dirigido a 
Es importante también, para garantizar que los instructores, docentes y facilitadores que intervienen en el desarrollo del programa sean idóneos, el contar con un conocimiento previo de las personas que participaran en los diferentes módulos y temas, en este sentido conviene no solamente contar con su currículo sino que se sugiere una entrevista previa que permita dar claridad a la orientación y profundidad en cada uno de los temas que se abordarán.
INTERVENCION

Una vez establecido el Diagnóstico de necesidades de capacitación y entrenamiento tendremos claridad sobre:
a. La importancia de desarrollar programas y no solamente acciones puntuales y aisladas de capacitación.
b. Quiénes son las personas participantes en el proceso.
c. Qué temas y contenidos se desarrollarán
d. Nivel de profundidad e intensidad horaria para cada uno de los temas definidos.
e. Asignación de docentes, instructores y facilitadores tanto internos como externos.
f. Estructura presupuestal requerida
g. Aspectos logísticos necesarios para cada uno de los eventos de la programación.
La intervención entonces será la ejecución de los programas de capacitación que deben abarcar diferentes escenarios de acción, como sugerencia se propone agrupar los diferentes programas de acuerdo a su finalidad y propósito:
a. Programas institucionales.
b. Programas de desarrollo.
c. Programas de crecimiento personal.
d. Programas estratégicos.
e. Programas técnicos.
Como propuesta, para el desarrollo de estos programas, se pueden establecer tres niveles de formación así:
1.- Capacitación técnica:
La capacitación técnica permitirá desarrollar las habilidades específicas para el mejoramiento en el desempeño del cargo. Caben aquí todos los seminarios, talleres y eventos orientados al fortalecimiento de las competencias laborales en los diferentes puestos de trabajo.
2.- Competencias y desarrollo Administrativo.
El desarrollo de competencias implica en primer lugar clasificar y definir aquellas que más importan a la empresa, por tanto se tendrá en cuenta la cadena de valor para establecer las competencias corporativas en primer lugar, desarrollo de competencias comerciales y desarrollo de la competencia de servicio al cliente posteriormente, hasta llegar a cubrir la totalidad de los funcionarios.
3.- Crecimiento personal
Los cursos de crecimiento personal son importantes por cuanto es claro para la empresa que no basta con tener buenos trabajadores, es preciso contar con personas íntegras capaces de solucionar no sólo los conflictos en su desempeño laboral sino también todas aquellas situaciones que en su vida familiar y personal se les presenta, se orienta a la formación de valores personales que hagan de nuestros colaboradores personas que aportan a su entorno familiar y social de modo proactivo y positivo en la búsqueda de la paz y la armonía.
Otra manera de organizar la estructura de un programa de capacitación tiene que ver con el reconocimiento de las áreas de impacto de la formación y el entrenamiento. 
Los procesos de intervención no solamente se orientan al mejoramiento de la productividad, el desarrollo de habilidades individuales y grupales, sino que también permiten orientar acciones que permitan construir una cultura corporativa específica, es decir acorde con la expectativa estratégica planteada.
En el tiempo de intervención es preciso tener en cuenta también la disponibilidad de los participantes, en este sentido partimos de la premisa de que los gerentes y jefes son los primeros interesados no solamente en que las personas que tienen a su cargo participen de los eventos programados, sino también en el interés manifiesto de querer involucrarse en este proceso de formación y entrenamiento; en este sentido, es importante realizar programaciones con suficiente anticipación, de tal manera que puedan coordinarse las acciones necesarias al interior de lo equipos de trabajo, y así garantizar que la asistencia a los eventos de capacitación no representen retrasos o incumplimientos de tareas requeridas por los clientes.
Otro elemento que debe tenerse en cuenta, es la importancia de llevar registro de algunos aspectos claves del proceso de formación, por ejemplo:
a. Nombre del Curso, Seminario o Taller
b. Fecha de realización
c. Duración
d. Asistentes, por áreas, procesos o departamentos.
e. Nombre del Facilitador o docente.
f. Empresa proveedora
g. Costo total
h. Sitio de realización del evento.
Esta información nos permitirá establecer algunos indicadores al momento de elaborar los informes de capacitación.
Finalmente es importante tener en cuenta que al finalizar cada uno de los eventos de capacitación debemos solicitar a los instructores, docentes y facilitadores, tanto internos como externos, una copia del material entregado a los asistentes con el fin de llevar un archivo tanto físico como en medio magnético de los diferentes temas trabajados, de esta manera se cuenta con material de consulta que estará disponible para quien lo requiera y al mismo tiempo hará parte del archivo de conocimiento de la empresa.
COMPROBACION

Muchos procesos de capacitación y entrenamiento terminan con la intervención, lo cual hace que una vez ejecutado el evento de capacitación se devuelva a cada participante a su lugar de trabajo sin un plan de seguimiento que permita establecer cuáles de los aprendizajes obtenidos serán aplicados.
La comprobación permite:
a. Que los programas de formación y entrenamiento tengan continuidad en el puesto de trabajo.
b. Diseñar un plan de seguimiento personalizado sobre el aprendizaje obtenido.
c. Establecer un modelo que permita medir el nivel de transferencia del aprendizaje.
d. Definir indicadores de éxito sobre el tema trabajado en el evento de capacitación.
e. Monitorear y acompañar a los participantes en su proceso de interiorización de contenidos.
f. Ofrecer alternativas que permitan complementar y profundizar el aprendizaje.
En este sentido la comprobación no se refiere únicamente al evento de seguimiento, que debe ser programado con todos los asistentes al proceso de capacitación, sino que inicia una vez termina la fase de intervención.
Para dar un poco más de claridad sobre este tema, creo conveniente aclarar que, cuando se establece la programación de capacitación, debe existir un evento de mínimo 4 horas (Dependiendo de la intensidad de la intervención), el cual deberá realizarse entre el segundo y el cuarto mes después de realizado el último evento de capacitación del programa, que tiene básicamente dos propósitos:
a. RETROALIMENTACION DEL APRENDIZAJE. Que permite reunir nuevamente al grupo participante y reflexionar acerca del impacto que tuvo el evento de capacitación en el mejoramiento de su desempeño. La idea este espacio y tiempo es poder recuperar los aspectos en los cuales se está trabajando, compartir los avances y éxitos obtenidos, las dificultades tenidas para cumplir el plan de trabajo, etc..
b. REFUERZO CONCEPTUAL. Es un tiempo dedicado a presentar un tema relacionado con el programa que se desarrolla y de esta manera ajustar el plan de trabajo individual y de grupo, proponer nuevas acciones y reconocer aspectos importantes en la búsqueda del cumplimiento de los objetivos planteados.
La comprobación es un tiempo que permite a la dirección establecer acciones de acompañamiento tanto para las personas como para los equipos, como por ejemplo sesiones de coach, que permitan fortalecer una determinada competencia.
El acompañamiento al proceso de capacitación permite llevar un ficha personal sea por persona o por evento, donde, en común acuerdo con el facilitador o docente, se establezcan acciones de seguimiento que permitan asegurar el cumplimiento de los objetivos planteados en el programa de capacitación.
En muchas ocasiones obviamos este ejercicio y la consecuencia es que la evaluación no tendrá los resultados esperados ya que los aprendizajes obtenidos en el evento de capacitación no tienen ningún seguimiento, ni se hace conciencia de cuales de ellos están siendo aplicados en la gestión.
Finalmente, es importante recordar que los jefes deben estar al tanto de lo que va ocurriendo en los procesos de aprendizaje, de tal manera que se sugiere una reunión con ellos al finalizar la intervención y se presente un informe de las acciones ejecutadas y los primeros resultados obtenidos.
EVALUACION

Cuando hablamos de la evaluación en ocasiones consideramos que basta quedarnos en el primer nivel, sin embargo, la propuesta de la metodología D.I.C.E. tiene que ver con la capacidad que tiene el gerente de capacitación de integrar los tres pasos anteriores en un resultado que al final será su propio indicador de éxito.
Lo anterior se menciona precisamente porque la fase de evaluación permite conocer el impacto obtenido en todo el proceso, es decir, no solamente se tiene como evidencia la ejecución del programa en términos de tiempo, participantes, presupuestos, etc., sino que debe mostrar de manera válida los cambios reales ocurridos durante el proceso en cuanto al mejoramiento de la productividad y de resultados que integran el desarrollo de las personas, los equipos de trabajo y por supuesto de la organización.
Para esto, es preciso recuperar las herramientas con las cuales se inició este proceso y para dar validez a los resultados debe haber contraste entre la información inicial o de entrada y la final o de salida, es decir, que los indicadores cuantificables podrán compararse entre sí y de esta manera documentar los avances obtenidos.
Sin embargo, más allá de que pueda demostrarse estadísticamente los incrementos y mejoramientos en el desarrollo de competencias es preciso que sean los siguientes dos componentes los que hagan evidente que los recursos invertidos en todo el proceso realmente funcionaron, estos son:
a. La evidencia comportamental de desempeño y de resultados observables por los jefes y demás personas de la organización. Se refiere a que si se evalúa, por ejemplo, la orientación al logro como competencia, será la evidencia de que quienes participaron en los programas de capacitación están planificando más, se reúnen de modo más efectivo y evalúan sus actividades de modo permanente.
b. Los resultados corporativos, que sin duda califican el éxito del programa, sobre todo en los niveles de dirección y gerencia. Si bien es cierto que los crecimientos y resultados positivos de la empresa en ocasiones se deben a factores de mercado o situaciones particulares, también lo es que un mejor desempeño gerencial contribuye a los mismos.
Recordemos que la evaluación se realiza en diferentes momentos del proceso, así:
a. Evaluación por actividad. Esta evaluación se realiza al finalizar cada uno de los eventos de capacitación y mide el nivel de satisfacción del asistente en cuanto al contenido, desempeño del instructor, material y sitio. Es importante realizarla por cuanto permite reconocer el impacto inicial de la actividad y su carácter en general es bastante emocional y menos crítico. Sus beneficios tienen que ver con que ayudan a corregir y ajustar los aspectos prácticos para las siguientes ocasiones. Es importante compartir con el docente o facilitador estos resultados y conocer las reacciones del mismo con relación a los resultados obtenidos.

b. Evaluación del participante. Con el ánimo de conocer la percepción del docente o facilitador del evento de capacitación, se solicita que cada uno de ellos entregue un reporte con los aspectos que se consideren importantes para la continuidad del proceso de aprendizaje, se puede tener un modelo predeterminado que incluya los aspectos principales de la jornada y un espacio para las consideraciones del docente o facilitador. Normalmente este informe debe entregarse un par de días después del evento de capacitación.
c. Evaluación del Presupuesto. Con el fin de conocer el estado de la ejecución presupuestal y ajustar los diferentes rubros, es conveniente evaluar de modo trimestral este tema para verificar la ejecución y si hay diferencias frente a lo establecido al comienzo del programa.


d. Evaluación de impacto y resultado. Corresponde a todos los aspectos mencionados al comienzo de este apartado. Los indicadores obtenidos en esta evaluación serán los que posteriormente nos permitan encontrar nuevos indicadores orientados a establecer el retorno sobre la inversión, lo cual implica un ejercicio que combina varios elementos, entre ellos: los aprendizajes, el incremento en la productividad y los costos directos e indirectos de todo el programa.

Esta evaluación lleva también a la e
laboración de la curva de aprendizaje, la cual debe ser prevista y diseñada con los docentes y facilitadores cuando los programas establecen mediciones de aprendizaje de contenido.

Por último, quisiera mencionar que la evaluación del programa es la parte final del proceso, pero al mismo tiempo se convierte en un nuevo diagnóstico, por cuanto permite reconocer nuevos aspectos sobre los cuales se debe enfatizar el siguiente ciclo de formación y entrenamiento, de tal manera que el desarrollo de competencias en la organización deja de ser un desideratum y se convierte en un esquema de trabajo que permitirá aproximar cada vez más el sueño institucional con la realidad.
JOB MANAGEMENT VISION se ha comprometido con la metodología D.I.C.E. y ha dedicado sus esfuerzos para estructurar y diseñar programas que permitan acompañar a los gerentes, jefes y responsables de la capacitación en las organizaciones.
Queremos ser un apoyo a la gestión que realizan las áreas de gestión humana en las organizaciones, queremos establecer relaciones que vayan más allá de lo puntual y queremos comprometernos con el proceso, de tal manera que podamos acompañar el aprendizaje de las personas y de la institución.
Creemos que la capacitación es una inversión y no un gasto, que es posible medir el impacto de la capacitación y creemos que el desarrollo de competencias gerenciales, comerciales y laborales contribuye significativamente en el mejoramiento de los resultados corporativos. Creemos que los recursos que se destinan a la formación deben mostrar resultados en términos de productividad y mejoramiento de las relaciones interpersonales. Creemos en los equipos de trabajo como generadores de nuevas ideas y formas de hacer las cosas y por eso su entrenamiento debe llevar a comprender que el éxito individual es también el éxito de todos.
La metodología D.I.C.E. permite tener una visión más integral de los procesos de formación que se desarrollan en la empresa y hace de la capacitación un factor que genera un valor agregado significativo en los esfuerzos de transformación cultual de la organización y entrega soluciones estructurales y no solamente coyunturales a los desafíos que enfrenta la organización en su día a día.


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