La
alineación estratégica con los propósitos corporativos, involucra la decisión
de la alta gerencia de incorporar, en el sistema de gestión organizacional,
todos los factores necesarios para asegurar el éxito en los resultados
esperados y requeridos. En este sentido, el cambio organizacional resulta ser
una constante, pero también, paradójicamente, una variable. Es el factor que
interviene en las dinámicas propias de los procesos empresariales para impulsar
el desarrollo de nuevas realidades que dejan en la obsolescencia las viejas
prácticas tan queridas por muchos pero tan ineficientes en las nuevas circunstancias
del mercado.
Afrontar
el futuro con decisión y reconocer las habilidades que debemos desarrollar son
parte de los retos y desafíos que nos obligan a ser gestores de nuevas
historias organizacionales, a reconocer un futuro que nace de los aprendizajes
obtenidos en el pasado, a construir alternativas reales que benefician a los
clientes y también a asumir la responsabilidad de “hacer que las cosas pasen”.
Las
nuevas generaciones en las empresas no pueden olvidar de donde vienen, ni
evadir las responsabilidades del presente, deben deben anclar sus sueños en los
futuros posibles y probables. La
tecnología nos sugiere mundos que imaginamos y a los cuales queremos
llegar; Entender el camino nos lleva a registrar que lo conceptual es un aspecto que nos atrinchera y robustece para
soportar las dificultades y las turbulencias de la competencia que espera
vernos derrotados y entregados a las circunstancias; y, finalmente, el aspecto cultural que nos obliga a reconocer
nuevos estilos de gestión y a diseñar alternativas para aligerar la resistencia
que significa transitar por rumbos desconocidos pero en los cuales hemos
afincado la esperanza de los triunfos que vendrán.
Estos tres aspectos, que quiero rescatar en esta reflexión,
sin que sean los únicos, nos pueden poner en contexto frente a la
responsabilidad que desde las áreas de dirección tenemos con los colaboradores
y la empresa en general. Ellos son:
a)
ASPECTO TECNOLÓGICO: Este aspecto es una
invitación que viene tocando las puertas de la gestión organizacional desde
hace ya varias décadas, sin embargo seguimos encontrando excusas para mantener
sistemas de trabajo anticuados. La tecnología es un aliado, es el vehículo que
nos transportará a las nuevas dimensiones de un mercado cada vez más competido
y turbulento, serán las nuevas herramientas de hardware y software las que nos
ayudarán a tener un mayor control sobre los procesos de diseño, producción y
venta de portafolios que atienden la expectativa del cliente y no sólo su
necesidad. La tecnología nos ha llevado a dejar en la historia las viejas
maneras de comunicarnos, han aligerado las cargas documentales y han ofrecido
respuestas rápidas a lo que antes era una añoranza. La realidad empresarial no
puede desconocer que los avances en la ciencia y la tecnología nos obligan a
pensar diferente y sobre todo a actuar de modos nuevos.
b)
ASPECTO CONCEPTUAL: El papel de los
responsables de Desarrollo Organizacional en las organizaciones se hace
relevante y exige acciones responsables en el sentido de interpretar la
realidad desde la complejidad. La competencia no es más un mito asustador para
generar mejores productividades, es una dimensión cotidiana que asoma a las
puertas y ventanas de nuestras empresas, que aprende rápido, que copia aún más
rápido y que comienza a vender más que nosotros. Entender la manera de hacer
las cosas para permanecer y no solo para sobrevivir es lo que diferencia las
empresas que logran consolidar un sistema de gestión que se ancla en el futuro
y no que suspiran por el pasado. Diseñar un modelo de transformación
organizacional obliga a incluir en el proceso a quienes vivieron la historia de
los éxitos pasados y a quienes son escépticos con las nuevas alternativas, se
trata de visualizar una ruta que contiene el punto de llegada y reconoce que habrá
dificultades pero que se cuenta con todas las herramientas para solucionar los
problemas que sin duda se presentarán, esto significa que se emprende el camino
con criterio y seriedad, sin ingenuidades ni pensando que aparecerá un mesías
salvador que traerá la solución milagrosa a los problemas que no fuimos capaces
de ver por dejarnos arrastrar por una cotidianidad sembrada en el hoy y que
nunca pensó en el mañana.
c)
ASPECTO CULTURAL: el “modo nuestro de
proceder” el que marca la diferencia entre la manera como se hacen las cosas en
cada empresa hacen de la cultura el fundamento en el cual se cultivarán las
expectativas que se convertirán en experiencias, se trata de reconocer la
contribución que cada persona hace para avanzar de modo seguro a las nuevas
realidades que vamos construyendo con nuestra gestión. La cultura empresarial
debe fomentar el convencimiento colectivo de que es necesario renunciar a
modelos y prácticas que no ayudan a la operacionalización de la estrategia, se
trata de crear símbolos que animen a vencer el escepticismo y a compartir
historias nuevas, que nacen del convencimiento de las nuevas generaciones que
son capaces de asumir el reto de mantener y hacer crecer la herencia que nos
dejan quienes por años fueron los campeones del éxito empresarial. La nueva
cultura incorpora sin temor lo desconocido y lo convierte en compañero de
viaje, la incertidumbre se convierte en consejero y se anima a crear escenarios
experimentales que le permitan consolidar la sostenibilidad financiera
necesaria para desarrollar el objeto central de su gestión.
“Los
éxitos del pasado no aseguran los del futuro”, es una frase que repetimos con devoción
pero nos atemoriza tomar las decisiones que pueden hacer cambiar el rumbo de la
empresa, cada día evidenciamos que se vende menos, que los clientes se van tras
otros portafolios más atractivos y que nos vamos quedando con una casa
arreglada que ya pocos quieren visitar, descubrimos que ya no somos tan
atractivos como lo fuimos hace tiempo, que no somos los primeros, ni los
mejores, ni los únicos. Evidenciamos que estamos saliendo de la pradera y entramos
en un desierto que no podemos evitar.
Finalizo
con la invitación a reconocer que la historia exige gestores, protagonistas capaces de arriesgar y salir de la zona de
confort, de ser líderes de un cambio que puede llevarnos hacia nuevas fronteras
obligándonos a ser pioneros de nuevas realidades y olvidarnos, así sea
temporalmente, de nuestro papel como colonos que nos llevaba a terrenos
conocidos y fáciles de conquistar.
*José Manuel Vecino P.
Magister en Gestión Ambiental, Especialista en Gestión Humana, Gerente
de Gestión human, Consultor empresarial y Docente Universitario.
Contacto:
Tel. (57 1)2 21 67 81. (57) 311 214 3825
BOGOTÁ, COLOMBIA
Mil gracias por compartir, interesante el artículo. Bendiciones.
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