“Contribuyendo
con la sostenibilidad empresarial”
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BOGOTÁ, COLOMBIA
1. INTRODUCCIÓN
Este
documento contiene algunas reflexiones que sin duda podrán contribuir en el
proceso de estructuración y formalización de un programa de formación,
entrenamiento y capacitación empresarial, se enfoca sobre todo al componente
conceptual ya que en otros escritos he abordado los aspectos administrativos y
logísticos requeridos en este tipo de procesos.
La
capacitación empresarial es un elemento clave en los procesos de consolidación
de la gestión y el desempeño, es la manera de incorporar a la tarea las
capacidades de las personas y generar espacios para el desarrollo de las
habilidades requeridas para la operacionalización del desiderátum estratégico
de la organización.
En muchas
organizaciones la capacitación, como proceso clave de la gestión, recibe el
apoyo y la promoción de la dirección y sus ejecutivos se empeñan en incluir en
la estructura las áreas de formación que aseguren los factores claves del
desarrollo organizacional. Para otras empresas, la capacitación no deja de ser
un tema accidental de poco valor y que se realiza solo en casos de extrema
necesidad como por ejemplo la obligación de actualizarse en temas legislativos,
laborales, contables o tributarios que de no hacerse pueden llevar a multas
para la empresa, en otros casos se asume únicamente para temas técnicos
específicos que se requieren para el desarrollo de la operación, de tal manera
que hablar de un proceso de formación o de entrenamiento artículado y coherente
con la misión y visión de la empresa no es más que un quimera que espanta a
quienes tienen el convencimiento que la capacitación es un gasto y no una
inversión.
Contar con
una PLAN MAESTRO DE CAPACITACIÓN es
la oportunidad de integrar en un solo esfuerzo todas las iniciativas de
formación y entrenamiento que desde distintas áreas de la organización surgen y
que en muchas ocasiones chocan entre sí, duplican los esfuerzos o simplemente
deja en evidencia ante los colaboradores que los directivos no se comunican a
la hora de definir los temas y personas que asistirán a estos eventos.
La
reflexión que les propongo mencionará algunas alternativas para potenciar la
capacitación en la empresa y la mejor manera de aprovechar la oferta, cada vez
más numerosa, que a bajo costo o gratis, se ofrece por parte de las entidades
gubernamentales, gremiales, académicas o privadas. Se trata de unir los
esfuerzos y por sobre todo coordinar y llevar control de las horas y costo de
las capacitaciones, del registro de asistentes y los temas vistos, de la
intensidad por tema y los proveedores que participaron.
El PLAN MAESTRO DE CAPACITACIÓN debe
soportarse también en el marco legal que cada país ha venido desarrollando y
que le permite a las empresas consolidar iniciativas orientadas al desarrollo
de modelos como el de “UNIVERSIDAD CORPORATIVA” que ha sido implementado con
éxito en muchas compañías de gran tamaño pero que sin duda son una invitación
para aprovechar los recursos de talento y conocimiento interno de la
organización y por ello se han iniciado programas de capacitación de formadores
que atienden las necesidades de entrenamiento en los temas específicos y
propios de la empresa, de tal manera que sea el talento interno quien integre
el equipo de instrucción de acuerdo a los planes de formación establecidos para
el período.
El PLAN MAESTRO DE CAPACITACIÓN se
convierte en una guía que incorpora y articula las diferentes acciones de
formación de la organización y reconoce la taxonomía requerida de tal manera
que pueda incluir a todos los niveles de la organización en los procesos
orientado a contribuir a cerrar las brechas identificadas entre los indicadores
deseados por la empresa en la gestión y los que actualmente tienen los
colaboradores.
2.
PROPÓSITOS
DE UN PLAN MAESTRO DE CAPACITACIÓN
Nos
encontramos en un mundo donde es fácil reconocer la globalización como una
oportunidad pero también como una amenaza y saber que la competitividad dejó de
ser local para convertirse en mundial, lo cual nos anima y obliga a visualizar
el futuro de la organización en contextos innovadores tomando como punto de
apoyo a los colaboradores quienes serán los responsables de hacer realidad los
sueños de la organización, quienes podrán crear nuevos paradigmas que amplíen
las fronteras de la productividad.
En este
sentido, la intencionalidad con la cual se estructura la capacitación debe
nacer de la decisión de atender, entre otros, los siguientes propósitos:
a.
Hacer frente a la
competencia: El mejoramiento de los
productos que se ofrecen al publico, la calidad y calidez del servicio y la
agilidad en los procedimientos internos serán sin duda algunos de los componentes
que marcarán la diferencia para hacer que tengamos preferencia frente a los
competidores que ofrecen lo mismo que nuestra empresa. Enfrentar la competencia
con nuevas tecnologías, con inversión en infraestructura y con estrategias
orientadas a tener mayor presencia serán sin duda invaluables, pero lo serán
más si las personas que están al frente de cada uno de estos temas han
incorporado las competencias personales
y organizacionales capaces que les permita contribuir de modo
significativo en el resultado general de la empresa. Para hacer frente a la
competencia se requieren estrategias de permanencia y fidelización del cliente
interno también, de endomarketing y todas aquellas que aseguren los talentos
necesarios para ofrecer productos y
servicios diferenciados a un mercado que se esfuerza cada día por demostrar que
lo que hoy es innovador, mañana será obsoleto.
b.
Cubrir las
brechas para desempeños superiores: La
aplicación de instrumentos diagnósticos capaces de reconocer el estado actual
de las competencias de nuestros colaboradores en cada una de las áreas exige
que seamos capaces de proponer alternativas de acción que convierta a las
personas de los equipos de trabajo en productivos y capaces de entregar
resultados superiores, de modo individual pero también colectivo. Tal como lo
expresa la OIT el desempeño tiene dos componentes que emanan del desempeño,
ellos son la tarea y el resultado, lo cual hace que el uno sea complementario
del otro pero también consecuencia, es allí donde reside la tarea del
especialista en formación, entender e integrar la tarea asignada con los
resultados esperados y poder medirlos en una escala de desempeño que permita
reconocer si hay coincidencia entre los resultados obtenidos y los esperados. La
capacitación será diseñada entonces con la intencionalidad de encontrar las
potencialidades de los colaboradores y convertirlas en acción, de tal manera
que cada quien sienta que su gestión no está por encima de sus capacidades pero
tampoco por debajo de las mismas.
c.
Atraer, Retener y
Desarrollar el mejor talento: Es común encontrar en situaciones
sociales donde circula la información sobre la importancia que las empresas dan
a la capacitación, existen también premios de agremiaciones y entidades
públicas y privadas que valoran el esfuerzo de las compañías por el desarrollo
humano de sus colaboradores y finalmente está el voz a voz que permite a muchos
profesionales expresar una de las tres afirmaciones propuestas por Kaplan y
Norton que dice “ésta es una empresa donde vale la pena trabajar”. La
capacitación se convierte en un valioso aporte para muchas personas que no
tienen otra oportunidad de formación, de entrenar sus habilidades o de conocer
y profundizar en su área de expertiz. Las empresas que promueven los eventos de
capacitación entre sus colaboradores se convierten en deseadas por los talentos
que buscan espacios laborales para contribuir pero también para seguir
creciendo. Son muchos los profesionales que se quejan de sus empresas porque
sienten que la curva del conocimiento se estancó e incluso está declinando, no
han podido realizar un diplomado, una maestría y ni siquiera un curso de
actualización. El talento propio de los colaboradores necesita encontrar
fuentes donde puedan mantener e incrementar sus conocimientos que contribuyan
en la realización de los propósitos organizacionales y profesionales.
d.
Construir una cultura
de servicio para la organización: En la comunidad de los Jesuitas e
inspirados en San Ignacio de Loyola se recurre con frecuencia al uso de la
frase “el modo nuestro de proceder” como manifestación de esa cierta
uniformidad que da el pertenecer a un grupo a asociación, es el carácter que le
imprime la organización a quienes participan de ella, crear cultura es una
acción intencional de la dirección de la empresa, es una propuesta que nace del
reconocimiento de los valores que se quieren promover en los comportamientos de
los equipos de trabajo, es la promoción de nuestro “estilo propio” como
organización, es la serie de eventos e inventos que llevan a construir un día a
día lleno de símbolos, rutinas, eventos y signos visuales que nos permiten
reconocer los espacios como amigables y
propios. La cultura del servicio es el horizonte de acción de lo que hacemos en
la empresa, reconocer que el cliente es nuestro aliado, nuestro motivo y
nuestra razón de ser, por eso trabajamos “con él” no solamente “para él”, es
nuestra fuente de inspiración en la cotidianidad laboral. El servicio deja de
ser un concepto vacío al cual se recurre cuando queremos etiquetar lo que hacemos en los
equipos de trabajo y se convierte en la excusa, como diría K.Blanchard, para
que nos sorprendan haciendo las cosas bien. Crear un programa de capacitación
orientado al servicio implica reconocer que la acción es una vocación y no sólo
una gestión contractual de reconocimiento monetario.
e.
Contribuir al
desarrollo del país. La últimas
tendencias que han privilegiado el tema ambiental, la responsabilidad social y
la reputación empresarial han llevado a las empresas a incrementar sus
esfuerzos de apoyo a la comunidad mediante palanes y programas orientados a
mostrar la cara amable y amigable frente a las comunidades a las cuales se
impacta de modo directo o indirecto, el trabajo comunitario ocupa unos
importantes porcentajes de los presupuestos, la búsqueda por integrarse a los
INFORMES DE SOSTENIBILIDAD y por contar con las certificaciones ISO y otras de
amplio reconocimiento internacional ha permitido que la capacitación interna resulte
beneficiada llevando entonces a cumplir con los propósitos que propuso hace
algunos años el BID en su documento sobre desarrollo humano para América
Latina. Los procesos de certificación de competencias laborales se han
convertido, entre otros, en valiosos aportes que hacen las empresas a sus
colaboradores en razón a que les ofrece la oportunidad de incrementar la
empleabilidad en un mercado cada vez más exigente en sus procesos de selección
y vinculación.
Estos propósitos pueden ser ajustados,
mejorados, cambiados o adecuados dependiendo del sector al cuál pertenece la
empresa, del número de colaboradores, de las sedes que tiene y del presupuesto
asignado para el desarrollo del mismo.
3.
OBJETIVOS
DEL PLAN MAESTRO DE CAPACITACIÓN
La capacitación empresarial debe ser de mutuo
beneficio, tanto para la empresa como para el colaborador, por tanto el diseño
y estructura del mismo debe contemplar que los entregables o resultados
esperados se orienten a incrementar y mejorar los aspectos claves de la
organización pero también de los equipos y las personas participantes en dicho
proceso. Es posible que al realizar la planeación del programa de formación
corporativo aparezcan otros horizontes de resultado, sin embargo me permito
poner a su consideración los siguientes que espero contribuyan en el ejercicio
de visualizar de manera integral el aporte que hace la capacitación en el
desarrollo de las competencias claves para la productividad profesional y
empresarial.
En primer lugar propongo que los objetivos de
la capacitación se orienten a INCREMENTAR Y
MEJORAR en los colaboradores los siguientes aspectos:
a.
Motivación: Ofrecer planes y programas que resulten
interesantes para los participantes en términos de crecimiento personal, de
fortalecimiento de las habilidades específicas de sus tareas. Se trata de
incorporar metodologías participativas que sugieran procesos de aprendizaje
basados en las teorías constructivistas por ejemplo que animen a los
participantes a movilizar sus intereses en la búsqueda de nuevos aprendizajes
que vayan más allá de la actualización conceptual. La motivación en los
procesos de capacitación debe evidenciarse en el reconocimiento que hacen de
cada una de las alternativas ofrecidas por la empresa y su participación activa
en ellos.
b.
Compromiso: La percepción que tienen los
colaboradores sobre lo que importan para la organización pasa también por el
reconocimiento que hacen del interés por mantener los equipos de trabajo
actualizados y preparados para afrontar con éxito los retos que implica la
gestión cotidiana en la empresa. El compromiso se incrementa en la medida en
que el colaborador valora lo que recibe en formación por parte de la empresa,
en querer devolver en tiempo, gestión y resultados lo que percibe como un
auténtico interés por parte de la empresa para que su crecimiento profesional
le lleve a mayores responsabilidades y quizá mejores cargos.
c.
Desempeño: Tal como lo anunciamos más arriba, de lo que
se trata no es únicamente de mejorar la tarea que se realiza ni de cumplir con
las funciones establecidas sino también de los resultados esperados, de lo que
se obtiene con lo que se hace. El plan de capacitación debe ofrecer la
oportunidad de hacer lo que mejor sabe hacer cada colaborador, de potenciar sus
habilidades y conocimientos específicos, incrementar la innovación en la tarea
y superar así las expectativas planteadas para la labor que realiza.
En segundo lugar propongo que los objetivos de
la capacitación se orienten a INCREMENTAR Y
MEJORAR en la empresa los siguientes aspectos:
d.
Rentabilidad: Toda iniciativa de formación en la
organización tiene un horizonte de beneficio para la organización y el
económico es uno de los principales por cuanto representa la evidencia de la
permanencia en el tiempo, es así que los procesos de capacitación y desarrollo
deberán mostrar resultados tangibles y
cuantificables, de tal manera que los recursos económicos asignados a estos
evento puedan medirse y obtener el retorno sobre la inversión desde la
perspectiva en que decida ser medida por la empresa. La capacitación debe
convertirse en una oportunidad de mejora no sólo desde la habilidad personal
sino también en el incremento real de los ingresos de la empresa, tal como lo
sugiere Kaplan y Norton al mejorar los procesos y las ventas se aumentan los
ingresos como resultado de un talento cuyo conocimiento y expertiz está al
servicio de la organización.
e.
Productividad: Cuando se elaboran planes y programas de
capacitación empresarial nos orientamos a favorecer entre otras cosas, la innovación en la prestación del servicio y
el desarrollo de los procesos, la creación de mejores productos y la
implementación de nuevos modelos tecnológicos que permitan mejorar la calidad y
el valor de lo que ofrecemos a los clientes. Incrementar la productividad nos
lleva a contar con sistemas de gestión que nos permitan optimizar los recursos
que utilizamos frente a los resultados que obtenemos y será entonces un equipo
de personas idóneo quienes nos lleven a consolidar equipos de trabajo que
generen resultados que ofrezcan eficiencia y eficacia a partir de su talento aplicado al
diario desarrollo de la tarea organizacional.
f.
Competitividad: Las expectativa de toda organización no sólo
se inspira en el deseo de permanecer en un mercado cada vez más competido y
ofrecer productos que resulten atractivos al potencial consumidor y a los
clientes sino especialmente alcanzar niveles de preferencia que les permita
generar un nivel de recordación tal que logre posicionar la marca entre las
primeras a la hora de tomar la decisión de compra. Ser competitivo implica
haber dejado una huella en el cliente que quiere volver a comprar en esta
empresa y no en otra. La capacitación es sin duda un elemento clave en la
construcción de los aspectos claves de la recordación del cliente, por ejemplo
el servicio, la calidad del producto, la oportunidad en el despacho, la
cantidad requerida, entre otras.
Un Plan Maestro de Capacitación
interpreta y articula los intereses y motivos que puede tener tanto la persona
como la empresa para diseñar y participar en un plan de entrenamiento que
obliga a asignar tiempo y recursos a un proceso cuyos resultados se distribuyen
entre el corto el mediano y el largo plazo.
4.
EJES DE
FORMACIÓN PARA EL PLAN MAESTRO DE CAPACITACIÓN
Cada organización prioriza los temas y
contenidos requeridos para los procesos de formación y entrenamiento de sus
colaboradores dependiendo de su enfoque y orientación productiva, sin embargo
me atrevo a sugerir los siguientes ejes que pretenden incorporar las grandes
preocupaciones que atiende la gerencia de capacitación en razón a que en cada
uno de ellos se abordan las temáticas orientadas a cumplir tanto con los
propósitos como con los objetivos sobre los cuales hemos hablado más arriba. Es
posible que existan otros ejes o dimensiones de formación pero por el momento
dedicaré unas breves reflexiones a cada uno de estos elementos que sin duda
sugieren un proceso que integra e involucra a todos los colaboradores de la
empresa. Los ejes propuestos son en:
a.
Gestión comercial
y del servicio: La fuerza comercial de
una organización está compuesta por TODOS los colaboradores, cada uno tiene en
su gestión los momentos de verdad mediante los cuales los clientes actuales o
potenciales pueden mantener o no la relación comercial con la empresa, sin
embargo son las áreas de ventas y de servicio al cliente quienes de una u otra
manera generan estos vínculos de manera particular, por ello el PLAN MAESTRO DE CAPACITACIÓN debe
concentrarse en el desarrollo de temas que logren potenciar los conocimientos,
las habilidades y actitudes que representen un fortalecimiento de esta
relación. Dentro de los temas que pueden abordarse en este eje de formación
sugiero por ejemplo los siguientes:
üPrincipios del Servicio al Cliente y Calidad.
üImportancia de las habilidades Comerciales.
üPresentaciones Efectivas y de Impacto
üHabilidades Conversacionales
üManejo Efectivo de Objeciones
üFidelización de Clientes
üLa Persuasión en la gestión comercial.
üClaves para la atención telefónica.
üMomentos de Verdad
üIntroducción al CRM
üGerencia del Servicio al Cliente
üLa venta consultiva
Es claro que la duración, profundidad
taxonómica y alcance conceptual será determinado de acuerdo a la real necesidad
de quienes sean convocados a participar en el desarrollo de estos temas.
b.
Desarrollo gerencial y administrativo: En otros escritos he mencionado que ser gerente no
es solamente tener un cargo que así lo certifica sino que es la gestión que
realiza la que evidenciará la calidad de gerente que es, si tiene o no las
competencias requeridas para aportar y contribuir significativamente en la
gestión empresarial, sugiero entonces como temas específicos para la formación
gerencial los siguientes:
üEntrenamiento al equipo Directivo.
üAdministración Gerencial del Tiempo
üManejo Efectivo de reuniones directivas.
üIntroducción a las competencias gerenciales
üCoach Gerencial
üEfectividad en la toma de Decisiones
üPlaneación y Gestión Organizacional
üPNL Curso Básico
üLiderazgo para Ejecutivos
üRSE hacia la ISO 26.000
üInnovación y creatividad
üEneagrama y productividad
Estos temas sugieren
que la formación gerencial no es un proceso individual sino que integra a los
miembros del equipo también, reconoce que los gerentes de una compañía son un
equipo debe aprender a reconocerse como tal y establecer un plan donde son
ellos los primeros en aceptar y reconocer que necesitan ser formados para poder
establecer una posición de liderazgo que no se impone sino que se reconoce.
c.
Entrenamiento
específico en los cargos: Este eje es
de gran impacto e importancia en razón a que aborda las temáticas específicas
del entrenamiento requerido para cada una de las áreas, hace referencia a los
conocimientos y habilidades técnicas específicas en la manipulación de los
elementos propios para el adecuado desarrollo de las tareas. Cada uno de los
temas tendrá que ver con la manera como se ejecuta la operación o el servicio
que se presta. Muchos de estos entrenamientos resultan ser especializados que
requiere enviar fuera del país a los colaboradores para que reciban dicho
entrenamiento, en otros casos se recurren a las escuelas internas de
capacitación que incluyen espacios de simulación específica para hacer las
inducciones y los re entrenamientos requeridos para el buen desarrollo de la
función para la cual se contrató a los colaboradores. Es importante incluir en
este proceso de capacitación temas que sean certificables por las entidades
aprobadas por el estado y de esta manera apoya la empleabilidad en razón a que
no solamente genera motivación personal sino que da al colaborador la
oportunidad de competir de modo cualificado en otros espacios laborales.
d.
Apoyo al
crecimiento personal y familiar: El contexto familiar en el cual se mueven nuestros colaboradores
resulta de gran importancia a la hora de diseñar el PLAN
MAESTRO DE CAPACITACIÓN ya que la preocupación de la empresa por la
formación debe trascender las fronteras organizacionales e incluir a las
personas que hacen parte del núcleo familiar del colaborador, finalmente buena
parte de sus intereses y motivaciones nacen del deseo de ofrecer bienestar y
calidad de vida a quienes hacen parte de sus afectos, por esta razón se sugiere
establecer planes, apoyados en aliados tales como las cajas de compensación,
las entidades de salud y otras de
similar función, que permitan proponer programas que integren a la pareja, los
hijos y demás personas del círculo familiar. Se trata de ir más allá de las
clásicas actividades de bienestar y proponer espacios de aprendizaje y
reflexión que favorezcan la unión y el compromiso.
e.
Desarrollo de
competencias ambientales: Más allá de
la moda, el tema ambiental debe ser abordado como una responsabilidad que nace
del imperativo de favorecer condiciones de sostenibilidad a un ambiente cada
vez más deteriorado, ofrecer espacios para la concientización y el
reconocimiento de que no es un tema cuya responsabilidad sea netamente
gubernamental ni ajena a nuestra cotidianidad. En este eje de formación
propongo incluir entre otros temas los siguientes:
üSensibilización en temas medio ambientales.
üAhorro de Agua y Energía
üPlan de gestión integral de residuos
üPlan de manejo de residuos peligrosos
üEducación ambiental
Los temas de responsabilidad ambiental deberán ir más allá de la
referencia teórica y deberá incluir los aspectos necesarios para desarrollar la
competencia ambiental como una experiencia comportamental que transforma la
cotidianidad y que va más allá de la intención y pasa a la propuesta real y
evaluable en la cultura organizacional.
Cada uno
de estos ejes de formación será diseñado y estructurado para que atienda los distintos
niveles de la organización y para que incluya las temáticas resultantes del
diagnóstico de necesidades de capacitación. Se trata entonces de identificar
una malla curricular que integre los aspectos gerenciales, administrativos y
operativos de la empresa y que al mismo tiempo reconozca la importancia de
vincular lo personal y lo laboral en los contenidos ofrecidos.
5.
MODELO D.I.C.E.
El
PLAN MAESTRO DE CAPACITACIÓN es
diseñado y administrado por la gerencia de capacitación o de gestión humana
según sea la decisión de la empresa, la responsabilidad por los resultados de
los mismos no puede tercerizarse, las empresas consultoras que ofrecen planes
corporativos de capacitación, la
universidades formales que promueven programas de educación continua y todos
los demás proveedores de capacitación que encontramos en el mercado NO aseguran
un resultado, se trata de empresas que ofrecen soluciones que atienden la
expectativa de formación planteada por la empresa, su resultado será entonces
acorde a la exigencia planteada en términos de metodología y facilitadores. La
responsabilidad del resultado del proceso de formación será entonces de quien
diseño, programó y elaboró el plan de trabajo de capacitación para la empresa.
En este sentido resumo el modelo que encontrará en extenso en http://modelodice.blogspot.com/2009/08/la-metodologia-dice-como-factor-de.html y que en esencia le permite a la
gerencia de capacitación llevar el proceso desde la identificación de las
necesidades de capacitación hasta la evidencia del impacto en la productividad
empresarial. Sus componentes son:
a.
DIÁGNÓSTICO: mediante herramientas que permitan identificar
las necesidades de capacitación de la empresa, utilizando para el DNC
(diagnóstico de necesidades de capacitación) alternativas tales como encuestas,
entrevistas, consultas o bien valiéndonos de herramientas tecnológicas tales
como el DISC o bien de resultados de otros instrumentos como encuestas de
clima, de cultura, de desempeño, etc.., se trata entonces de encontrar las
temáticas que se requieren para cerrar las brechas de desempeño pero también
para proponer planes y programas que
anticipen futuras necesidades de capacitación. El diagnóstico permita asegurar
que la ruta que se va a seguir corresponde a la real necesidad de la empresa y
sus áreas y no sólo a una percepción de los jefes o de los responsables de la
formación empresarial. En muchas compañías se está trabajando en modelos de
diagnóstico que incluyen a los clientes y en su primera aproximación recuperan
y hacen valer los comentarios y observaciones que dejan en los buzones
diseñados para tal fin.
b.
INTERVENCIÓN: Una vez
identificadas las áreas, temáticas, profundidad y proveedores de la
capacitación, se diseña el plan de trabajo que permite estructurar el plan en
términos de tiempo y participantes, de tal manera que cada uno de los
colaboradores pueda conocer con anticipación su plan de formación anual, esto
no implica que existan procesos coyunturales que vayan apareciendo en el
transcurso del año, sin embargo la programación asegura que los presupuestos se
hacen sobre expectativas ciertas y no solo sobre posibles acciones que no nacen
del diagnóstico sobre el cual se debe responder. El plan de capacitación
asegura entonces que haya equidad también en el proceso y que todos resulten
beneficiados. En muchas organizaciones se elaboran programas que permiten
aprovechar la financiación que ofrece el estado como devolución de los aportes
parafiscales que ha realizado, en otros se cuenta con el apoyo de entidades
proveedoras o bien de los presupuestos propios. La intervención va desde lo
virtual a lo presencial, de lo individual a lo grupal y siempre acorde a un
modelo que persigue el resultado en términos de aprendizaje y no de número de
horas y participantes.
c.
COMPROBACIÓN: La
experiencia ha ido evidenciando que muchos recursos económicos asignados a los
procesos de capacitación terminan por ser llevados al gasto, no sólo en el
p&g sino en la realidad corporativa. Hacer seguimiento al plan de
capacitación es asegurar que los indicadores de medición van más allá de la
eficiencia y se aproximan a la eficacia, se trata de acompañar el proceso de
formación en todos los aspectos que incluye, desde el logístico hasta lo
referente a la transferencia del aprendizaje del aula al puesto de trabajo, de
hacer seguimiento a los compromisos que se generan en la intervención y de
controlar los resultados planteados para cada programa o evento programado. Esta
fase del proceso es definitiva ya que nos permite comprobar si el plan de
capacitación empresarial está transcurriendo según la programación realizada,
si están asistiendo los colaboradores programados, si el número de horas
corresponde o no, etc., es importante validar el impacto del contenido, la
percepción de los asistentes sobre los programas y considerar los ajustes requeridos
para el desarrollo del mismo.
d.
EVALUACIÓN: Todo
final es un nuevo comienzo, es así que al terminar un programa de capacitación
empresarial encontraremos nuevos insumos que nos lleven a generar una nueva
programación de capacitación, pero no podemos ignorar la importancia que tiene
el reconocimiento del impacto en términos de gestión y de información que nos
permita visualizar el resultado obtenido en el proceso. La evaluación deberá
incluir los niveles propuestos por D. Kilpatrick que sin duda serán un
referente clave a la hora de mostrar a las directivas de la organización los
resultados obtenidos en el proceso. Se trata de contar con un tablero de
indicadores de capacitación que resuelve la pregunta por los impactos, no sólo
por las acciones realizadas sino por la contribución de la capacitación a los
resultados empresariales.
Es
importante mencionar que todo este proceso puede no resultar exitoso si no lo
hacemos también participativo, se encuentra en muchas empresas la oposición y
resistencia de gerentes y jefes de área para quienes la programación de
capacitación resulta una imposición que interrumpe la cotidianidad laboral, en
un modelo de acción participativo se integra el comité de capacitación
compuesto precisamente por gerentes y jefes quienes son los que mejor pueden
colaborar a la hora de realizar el diagnóstico de capacitación y de motivar a
los colaboradores a participar en los eventos programados.
El modelo
D.I.C.E. nos ofrece la posibilidad de controlar todo el ciclo de la
capacitación empresarial, de reconocer y priorizar las necesidades, de definir
las metodologías requeridas y de acompañar el proceso en todos sus componentes.
6.
REFLEXIONES
FINALES.
Por último, me permito sugerir, para
la construcción de un PLAN MAESTRO DE
CAPACITACIÓN para la organización que se tengan en cuenta los siguientes
aspectos:
a.
Recibir el apoyo de la alta dirección para la
estructuración y desarrollo del plan de capacitación empresarial.
b.
Contar con un presupuesto que permita el
cumplimiento de las temáticas propuestas.
c.
Establecer un equipo de capacitadores internos
que desarrollen temáticas específicas y que potencien el conocimiento y talento
internos.
d.
Elaborar una ruta de aprendizaje participativa
que motive a los colaboradores a inscribirse y/o asistir a los eventos
programados.
e.
Vincular
la asistencia, participación y resultados de la capacitación con otros aspectos
de la relación laboral tales como gestión del desempeño, inducción y temas
salariales entre otros.
Seguramente se puede hablar mucho más
de estos temas y así quiero hacerlo en posteriores documentos, por ahora espero
que estas reflexiones aporten al ejercicio de planear la formación en su
organización y sean una invitación a seguir fortaleciendo la capacitación como
un factor estratégico que convierte la acción de los colaboradores en un aporte
significativo en la consecución de las metas corporativas.
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