En un
mundo globalizado y cada vez más intercomunicado se van cumpliendo las profecías
de los gurús de los años 70, entre ellos Alvin Toffler y Marshall McLuhan, quienes anticiparon un mundo
donde la velocidad en la comunicación y el desarrollo tecnológico sería una
constante. No es ajena a estos procesos evolutivos la capacitación empresarial
que ha sido entendida por las grandes corporaciones y las empresas en general
como un instrumento que permite incrementar de modo significativo la productividad. Asistimos
al tránsito de la capacitación presencial a la capacitación virtual, pero, que
implicaciones tendrá en los años próximos en las empresas y en las personas estos nuevos modelos de
aprendizaje?, esta es precisamente la pregunta sobre la cual intentaré
reflexionar en este escrito.
Desde
hace ya unos 15 años el tema de la capacitación virtual ha comenzado a
interesar a los gerentes de recursos humanos y en muchas compañías se dedican
anualmente generosos presupuestos para fortalecer las plataformas de
aprendizaje virtual, de tal manera que lo que comenzó siendo un proceso
experimental se ha convertido en una herramienta complementaria del aprendizaje
presencial el cual no será desplazada totalmente en razón a las circunstancias
que se mencionan más adelante.
A. La
Capacitación y su alcance.
Los
propósitos de la capacitación en la organización se orientan principalmente a:
1.
Mejorar el desempeño en el puesto de trabajo
2.
Incrementar la productividad de la organización
3.
Fortalecer los resultados de los equipos de trabajo
4.
Construir modelos de gestión acorde a las necesidades de la empresa.
Para
ello, los responsables de diseñar, ejecutar y evaluar los procesos de
formación, entrenamiento y desarrollo en las empresas establecen algunos
factores que les permite atender las necesidades identificadas, entre ellos
podemos mencionar:
1.
Conocer la empresa y sus productos
2.
Identificar, formar y desarrollar las competencias requeridas para cada
puesto de trabajo.
3.
Actualizar a sus colaboradores en los aspectos normativos y técnicos necesarios para el funcionamiento de
cada uno de los procesos en la empresa.
4.
Desarrollar modelos de acompañamiento, seguimiento y control de la
gestión.
B. la
cultura de la autoformación.
Una
de las grandes dificultades con la cuales se encontraron los promotores de los
procesos de aprendizaje virtual tuvieron que ver con:
1.
El escaso desarrollo de plataformas tecnológicas robustas y prácticas
que permitieran una experiencia e-learning.
2.
La poca difusión, inicial, del modelo en las empresas y en las
entidades educativas.
3.
La resistencia a comprometer los resultados del aprendizaje a un desarrollo
software.
4.
Los altos costos de las soluciones de capacitación virtual y su poca
efectividad comprobada en experiencias anteriores.
5.
La poca disciplina de quienes se participaban de este nuevo esquema de
aprendizaje.
Poco
a poco se fueron superando las dificultades de conectividad y cada vez las
soluciones fueron más robusta y prácticas, sin embargo aún continúa siendo
evidente que no se ha desarrollado totalmente una cultura de la autoformación
ya que los registros de acceso al sistema para desarrollar trabajos
interactivos todavía tienen que ser acompañados por un tutor que motive, regule
y controle los ingresos al sistema con el fin de dar cumplimiento al desarrollo
de los diferentes programas que se ofrecen en la intranet o en esquemas
e-learning, aula virtual y otros esquemas que se soportan en la red y que son
desarrollados por empresas de formación y universidades.
C. Avances
en la capacitación virtual
La
tendencia mundial en términos de capacitación empresarial tiene que ver
precisamente con el fortalecimiento de los cursos virtuales, los cuales pueden
ser accesados por los destinatarios desde cualquier lugar del mundo y en la
hora que lo considere apropiado. Para las grandes corporaciones ha representado
la oportunidad de unificar criterios en los temas propios de la empresa y
establecer planes de formación corporativos. En algunas compañías los programas
de inducción y reinducción están siendo habilitados para que, quienes se
vinculan a las empresas, conozcan los aspectos generales de la organización y
también el alcance de sus puestos de trabajo, incluidos los indicadores de
gestión con los cuales será medido su desempeño.
Por
otra parte, podemos mencionar que también, en el ámbito educativo, las
universidades han avanzado significativamente en este tema y ofrecen cursos,
diplomados y MBA de modo virtual, un ejemplo
de ello es la oferta que tiene la UNAD (Universidad nacional abierta y a
distancia).
D. El
futuro de la capacitación presencial
La
realidad de las empresas en Colombia, representada en que el 9% del parque
empresarial son PYMES, 81% son micro
empresas y sólo un 1,1 son grandes empresas (1)* y, el acceso a Internet es
cada vez más creciente y el número de usuarios crece exponencialmente y hacen
suponer que pasarán algunos años donde la capacitación virtual tendrá un papel muy importante que
cumplir en los procesos de entrenamiento y desarrollo organizacional.
Las
empresas tienen aún mucho camino que recorrer en la búsqueda de nuevas
metodologías que permitan reconocer y medir las reales contribuciones de cada
uno de los seminarios, talleres, cursos y demás eventos de capacitación tiene
frente a los propósitos de la misma.
El
futuro de la capacitación presencial estará determinado por el incremento que
tenga en las empresas el desarrollo tecnológico y el interés por acceder a nuevos
modelos de aprendizaje por parte de quienes toman las decisiones de
capacitación en las empresas.
E. Implicaciones
para las empresas y el empleado del futuro.
El
fácil y necesario acceso a la tecnología por parte de las empresas y el
incremento de ofertas virtuales en temas de capacitación llevarán sin duda a
procesos que permitirán implementar plataformas de formación virtual que
contribuirán al logro de los propósitos de toda capacitación.
Quedan
aún interrogantes por responder sobre cómo será en el futuro el impacto que
tengan la capacitación virtual, entre ellas están:
1.
El desarrollo de una cultura de la autoformación
2.
La facilidad para acceder a los programas virtuales
3.
El acompañamiento al proceso de aprendizaje
4.
Los presupuestos requeridos para implementar las soluciones
tecnológicas en las estaciones de trabajo.
5.
La medición del impacto que tienen los procesos de capacitación virtual
vs la presencial
Finalmente,
considero que ambos tipos de capacitación, la presencial y la virtual, tienen
sus tiempos y espacios, son complementarias y juntas podrán con seguridad
desarrollar nuevas alternativas de aprendizaje que permitan fortalecer las
competencias laborales que contribuirán a crear organizaciones donde la gestión
del conocimiento hará parte de la estrategia corporativa en la búsqueda de una
mayor competitividad.
* Gerente de JOB MANAGEMENT VISION.
Consultor
Empresarial.
Docente Universitario.
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*(1)
FUNDES. La realidad de la
Pyme Colombiana.
Contacto:
Tel. (57 1)2 21 67 81. (57) 311 214 3825
BOGOTÁ, COLOMBIA
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