miércoles, 23 de mayo de 2018

LA ADAPTACIÓN AL CARGO, UN PROCESO QUE VALE LA PENA ACOMPAÑAR




Por: José Manuel Vecino P.*¨

Al comenzar una nueva experiencia laboral confluyen las expectativas que nacen tanto del colaborador como de la empresa y ambos tienen el ánimo de encontrar un valor agregado en el desempeño del cargo encomendado.

La empresa busca un talento capaz de aportar significativamente en el cumplimiento de los objetivos y propósitos organizacionales mediante su contribución a una gestión que permita agregar valor y marcar la diferencia frente a otros candidatos con las mismas cualidades y calidades humanas, académicas y profesionales. Por su parte, el nuevo colaborador incluye en sus expectativas la búsqueda de un espacio laboral que le permita aportar sus conocimientos y habilidades para poder vivir una experiencia donde obtenga reconocimiento por su tarea pero también por los resultados que le permiten retarse continuamente en la cotidianidad empresarial.

Al momento de contratar un nuevo colaborador en sus primeros meses de vinculación la empresa debe tener en cuenta algunos de los siguientes factores:

1.       Entender que el proceso de selección realizado para cada uno de los cargos implicó tiempo y dinero a la empresa y por tanto la idea es que la nueva persona que se vincula tenga éxito y permanencia; que sus compañeros de trabajo sean un apoyo al nuevo integrante y le permitan integrarse al equipo de trabajo. Sabemos de casos donde las personas que llegan nuevas a los equipos de trabajo son vistas como potenciales competidores y por tanto no se les presta ayuda o apoyo y por el contrario rápidamente buscan la manera de hacer que renuncien o que sean sacados de la organización. También suele ocurrir que el recién llegado lo hace en lugar de otro colaborador que era apreciado y por tanto el duelo por el anterior ocupante debe ser elaborado conjuntamente y el jefe inmediato tiene una gran responsabilidad en este proceso que permita hacer una transición que resulte productiva tanto para el equipo de trabajo como para el recién llegado al cargo.
2.       Asegurar un proceso de inducción que incluya los aspectos centrales requeridos para que conozca la empresa. Las primeras semanas en la empresa requiere ofrecer información suficiente para contextualizar al nuevo integrante en la cultura empresarial, identificar la plataforma estratégica que guía la gestión organizacional y las funciones principales del cargo.
3.       Recibir y firmar la descripción de su cargo permitirá tener claridad de su marco de actuación, de saber sus tareas y actividades pero también los resultados que debe entregar. Este documento se convierte en su bitácora que le dará claridad sobre los recursos con los que cuenta y que necesita para ser exitoso en la gestión para la cual fue contratado, le permitirá conocer los cursos y procesos de capacitación y entrenamiento que debe recibir por parte de la empresa o que deberá certificar para ser considerado como idóneo para desempeñar el cargo. El jefe inmediato debe acompañar este proceso para asegurar que cuenta con los conocimientos, habilidades y actitudes requeridas para desempeñar con éxito el cargo para el cual fue contratado.
4.       Contar con los indicadores que le permitan medir los resultados de su gestión. No basta con hacer cosas, es preciso reconocer los resultados y por tanto el recién vinculado deberá tener claro también cuáles son las expectativas que tiene la organización frente a su desempeño, conocer los entregables por los cuales será medido y esto nos lleva a la necesidad de diseñar, formular, medir y hacer seguimiento a los indicadores clave para su cargo. Estos indicadores deben ser conocidos tanto por el colaborador como por el equipo de trabajo y por supuesto por el jefe inmediato quien será el responsable de monitorear y hacer la respectiva retroalimentación periódica para alcanzar el resultado esperado.
5.       Recibir el acompañamiento de su jefe inmediato que le permita consolidar su gestión en el cargo marcará la diferencia frente a organizaciones que, cuando llega el nuevo integrante del equipo de trabajo, no tiene ni donde sentarse, ni equipos para trabajar y en muchos casos ninguno del equipo sabía que ingresaba un nuevo compañero de trabajo. El jefe inmediato debe preparar la llegada del nuevo integrante y acompañarle o asignar alguien que lo haga durante las primeras semanas mientras recibe la inducción al cargo.

Los primeros meses en la empresa y en el cargo permiten al nuevo colaborador identificar aspectos claves de lo que será el contexto en el cual desarrollará su tarea. Entre otros podrá reconocer:

1.       La cultura organizacional. Incorporar nuevos patrones en su forma de hacer las cosas no resulta fácil, especialmente porque implica adecuarse a una historia de la cual comienza a ser parte y por tanto deberá aceptar los símbolos, mitos, historias y paradigmas propios de la cultura empresarial, se trata de reconocer si puede o no adaptarse  al estilo propio de la empresa. Los primeros meses le permitirán reconocer el tipo de cultura en la cual está y al mismo tiempo reconocer los valores propios que se viven en la empresa.   
2.       El clima laboral es muy importante en esta primera etapa de la vida laboral empresarial, es un tiempo para reconocer cada uno de los integrantes del equipo, incluido el jefe, identificar la forma como se tratan, el ambiente que se respira y si se trata de un espacio donde vale la pena trabajar.
3.       Los valores empresariales y su relación con los propios. Este aspecto es clave en el proceso de adaptación por cuanto el componente ético aparece de modo permanente en el juicio que hacemos a las tareas que realizamos, la relación que se tiene con clientes y proveedores y especialmente en la integridad frente a la promesa de valor que vivimos en la gestión cotidiana, desde la hora de llegada, el reconocimiento a la tarea del otro hasta el producto que entregamos al cliente.
4.       El equipo de trabajo. La consolidación de las relaciones con los demás integrantes del equipo de trabajo resulta fundamental en el entendimiento de que los resultados no se obtienen de modo individual sino que exigen la participación y colaboración de los demás. El aporte individual es importante para el éxito colectivo, se trata de comprender que cada uno de los integrantes contribuye de modo significativo y diferenciado en la construcción de productos y servicios que serán valorados y calificados por nuestros clientes internos o externos.
5.       La complejidad del cargo. Independientemente del nivel jerárquico al cual ingrese el nuevo colaborador siempre podemos reconocer que si hemos vinculado una persona a ese cargo específico es porque esperamos que su aporte resulte valioso en los resultados del área y de la empresa.

Al finalizar este tiempo de adaptación es preciso revisar centrales que permiten, tanto al colaborador como a la empresa, identificar los aspectos que deben mantenerse, los que deben mejorarse y los que definitivamente deben modificarse para asegurar el éxito en la gestión encomendada. Estos factores, que pueden resultar relevantes a la hora de decidir la permanencia del colaborador  en la organización, deben ser evaluados de modo conjunto (finalmente la decisión de vincularse a la empresa también fue conjunta).

Algunos de los aspectos que pueden ser revisados en la EVALUACIÓN DE ADAPTACIÓN AL CARGO son:

1.       Puntualidad en el cumplimiento de sus tareas.
2.       Adaptación a las normas, directrices y políticas de la empresa.
3.       Relaciones con sus compañeros y superiores.
4.       Conocimiento requerido para el buen desempeño del cargo.
5.       Conocimiento adquirido otros procesos y la empresa.
6.       Responsabilidad en la ejecución de su trabajo.
7.       Servicio al cliente interno y externo.
8.       Iniciativa e innovación demostrada.
9.       Eficiencia en el trabajo.
10.   Adaptación al cargo. Se refiere específicamente el ajuste que ha tenido a las nuevas situaciones de trabajo, cultura clima y valores.

Al finalizar el proceso de evaluación podrán establecerse planes de mejoramiento que permitan, tanto al trabajador como a la empresa, ajustar los aspectos que llevarán a mejores desempeños y a la formulación de un plan de desarrollo de competencias orientado a consolidar la gestión que se realiza acorde con los compromisos contra actuales realizados al firmar el contrato de trabajo. Este proceso es una invitación para que en la primera evaluación de desempeño se revisen nuevamente los compromisos adquiridos mutuamente  entre el colaborador y la empresa.

Espero que estas ideas sirvan como punto de reflexión para quienes tienen la responsabilidad de poner en marcha los procesos que permitan consolidar las iniciativas orientadas a asegurar la retención del talento en la organización.




 José Manuel Vecino P.* Magister en Gestión Ambiental, Especialista en Gestión Humana, Gerente de Gestión humana, Consultor empresarial y Docente Universitario.

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